Entre risas, sus ojos se encuentran y las respiraciones se cortan de golpe. Un escalofrío inesperado los envuelve a los dos, una atracción electizante, los pelos de punta, las sonrisas congeladas, y la distancia se acorta de golpe, y los labios se juntan, las lenguas se lamen y las sonrisas se ensanchan. Ruedan abrazados, los latidos no se atienen a razones, los relojes pierden las horas y las explicaciones se vuelven extrañamente innecesarias.
18.6.11
Tiempo sin reloj.
Entre risas, sus ojos se encuentran y las respiraciones se cortan de golpe. Un escalofrío inesperado los envuelve a los dos, una atracción electizante, los pelos de punta, las sonrisas congeladas, y la distancia se acorta de golpe, y los labios se juntan, las lenguas se lamen y las sonrisas se ensanchan. Ruedan abrazados, los latidos no se atienen a razones, los relojes pierden las horas y las explicaciones se vuelven extrañamente innecesarias.
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