6.4.09

..¿Por qué no vuelves?..






Entró corriendo, tiró las llaves sobre la mesa y dejó la puerta abierta. Su corazón le latía con fuerza, como si quisiera escapar de su pecho. Una enorme sonrisa en su rostro la dilataba y estaba consciente de que sus ojos incluso tenían otro color por el brillo que los llenaba.

Sabía dónde lo encontraría, corrió de puntillas sin hacer ruido.

Pero en el momento en el que llegó al cuarto se quedó inmóvil en la puerta, congelándosele el gesto en el rostro. La maleta sobre la cama, la ropa esparcida aquí y allá... y él.

Él estaba allí de pie, de espaldas a ella, a medio vestir. Sabía que ella lo observaba, sus hombros tensos lo delataban, pero permaneció callado, no se dio la vuelta, no quiso mirarla.

Julia sintió que el corazón se le congelaba en el pecho, quiso respirar, pero sus pulmones no encontraron aire con que llenarse. No estaba preparada para eso en ese momento. Ni en cualquier otro si lo pensaba bien.

Observó cómo él terminaba de recoger sus cosas sin decir nada. Su mente había dejado de funcionar, sólo sabía que había ocurrido. Sabía que no volvería a despertarse nunca más junto a él.

Al fin, él cerró la maleta, la aferró con fuerza y se dio la vuelta. Sus miradas se encontraron pero ninguno pronunció ni una palabra, aunque millones pugnaran por sali. Después de lo que pareció una eternidad él caminó hacia la puerta. Julia cerró los ojos mientras pasaba junto a ella apenas rozándola, desapareciendo por el pasillo sin un adiós, sin una sonrisa tranquilizadora.

Se dejó caer, dejando que sus pulmones se llenaran de aquel aire ahora vacío, seco y áspero. No lloró. No pudo. No quiso. Las lágrimas ultimamente no servían de nada. Se abrazó a sí misma contamplando el enorme vacío en aquella habitación. El enorme vacío que había quedado dentro de ella. No quería acerse a la idea de compartir aquello sin él...